sábado, 21 de febrero de 2009

Un minuto

Monstruosas imágenes visitan mis infantes recuerdos... aquellos que pintaban de sol mi tristeza no son ahora más que vestigios de un pasado no vivido y un futuro sin flores y sin fe, un desecho de tu ser y tu falsedad, tu descaro y tu crueldad.
Vivir temiendo un momento de verte. Morir temiendo no verte. ¡Te odio! Y odio más no poder librarme de esta locura que subyuga y que desgarra la piel y el corazón.
Quisiera tenerte un sólo minuto frente a mi, y retarte a mirarme a los ojos. Quisiera que vieras la rabia que quema mi razón, aquella fuerza loca que mata cada instante de lucidez, esta ansiedad de aventarme a tus brazos y decir que te amo... aunque no te vuelva a ver... aunque no me mires más... aunque no te importe ya.
No puedo ser libre mientras mi cabeza se aferre a tu imagen, mientras trate de matarla clavando un pedazo de otro ser, mientras intente cerrar los ojos para no encontrarte y tu estés ahí dentro... recordando mi pecado, recordando mi debilidad.
Un minuto... ¡Un minuto por favor! Sólo un minuto me basta para decir lo que siempre callé, lo que no quise decir en mi oportunidad por temor a que fuese verdad.
Un año, mi amor. Un año sin ti. ¡Felicidades! Pues es de presumir arrancar un corazón, pisarlo y olvidarlo.
teotlnana

No hay comentarios: